SERVUS HISPANIARUM REGIS



viernes, 14 de septiembre de 2012

LA BATALLA DE MURTEN (MORAT)

File:Braun, Schlacht bei Murten.jpg

Herido en su honor, como vimos hace unos días, por su vergonzosa derrota ante la Confederación Suiza en la Batalla de Grandson (3 de marzo de 1476), Carlos el Temerario, duque de Borgoña reconstruyó su ejército derrotado, pero por lo demás intacto, en la ciudad de Lausana. A finales de mayo, una vez más se sintió listo para marchar contra los confederados, ocupar sus territorios y fortificaciones en el País de Vaud (al norte de Ginebra) y luego atacar la ciudad de Berna, su mayor enemigo entre los cantones.


Moneda de plata de Carlos el Temerario
Su primer objetivo fue la estratégica ciudad de Murten, situada junto al lago del mismo nombre.
El 11 de junio 1476 el borgoñones comenzaron el asedio de la ciudad, que se hallaba bien preparada para la defensa y cuyas fuerzas eran comandadas por el general de Berna, Adrian von Bubenberg. Un asalto inicial fue rechazado por un bombardeo de fuego de armas ligeras montadas en las paredes, pero dos grandes bombardas utilizadas por los borgoñones fueron reduciendo lentamente las murallas a escombros. El 19 de junio las tropas confederadas e reunían en un campamento detrás de río Saane. Sólo un contingente de unos 4.000 hombres de Zürich todavía no habían llegado y se esperaba que no lo hiciera hasta el 22 de junio.
Carlos el Temerario, mientras tanto, se había mantenido razonablemente bien informado sobre la disposición y planes del ejército confederado, aunque no hizo nada para impedir su acercamiento. Eligió enfrentarse a los suizos en un terreno de su elección a unos 2 km de Murten. Ordenó emplazar su artillería en el flanco izquierdo, en un barranco empinado cortado por el arroyo Burggraben. En el centro, detrás de una zanja atrincherada y protegida por una empalizada, conocida como el Grunhag, se encontraba el grueso de la infantería de Carlos y la artillería que no participaba en el asedio de Murten.

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Los borgoñones de Carlos el Temerario asedian Murten
El sábado, 22 de junio de 1476 amaneció tormentoso y oscuro. El Duque Carlos el Temerario no había considerado oportuno explorar más allá del río Saane para ver si las fuerzas suizas se aproximaban aunque pensaba que éste iba a ser el día en que se diera la batalla. Los borgoñones estaban a la espera del enemigo y se mantuvieron dispuestos en orden de combate durante toda la mañana bajo la lluvia. Pero los suizos no aparecieron y al mediodía Carlos se retiró con la mayor parte de sus hombres, dejando el Grunhag guarnecido por 2.000 soldados de infantería y 1.200 jinetes. Retirados a su campamento los borgoñones se refugiaron de la lluvia. Era también día de pago y muchos buscaban su comida del mediodía después de una dura mañana a la intemperie.
Fue entonces cuando la vanguardia de los Confederados, con unos 6.000 hombres de infantería y 1.200 de caballería apareció por el bosque de Birchenwald, al oeste de Murten, exactamente donde el Duque Carlos había predicho que iban a aparecer.
Detrás de la vanguardia llegó el cuerpo principal de los suizos con efectivos entre los 10.000 y 12.000 hombres que formaron en una enorme cuña, flanqueados por alabardas y un anillo exterior de piqueros. La retaguardia, formada por entre 6.000 y 8.000 hombres, avanzó hacia el Grunhag, ahora escasamente defendido.

File:Schilling murten.jpg
La Batalla de Murten en una representación de 1480

La artillería borgoñona abrió fuego contra las posiciones suizas, matando o mutilando a varios cientos de hombres. Contra todo pronóstico los defensores del Grunhag aguantaron la acometida de los suizos durante algún tiempo antes de que un contingente de confederados encontrara un camino en el flanco izquierdo de la defensa cerca de la Burggraben. Superada por el flanco, los defensores se retiraron. Los suizos formaron rápidamente más allá de ella y avanzaron hacia Murten y el campamento de los sitiadores.


En el campo borgoñón los hombres se apresuraron a  volver a formar prestos para la batalla. En la tienda de mando Ducal, ubicada el la cima de la Domingue Du Bois, una colina con vistas a Murten, Carlos el Temerario estaba siendo armado rápidamente por sus criados antes de galopar a lomos de su caballo para tratar de coordinar la defensa del campamento. El Duque avanzó contra los suizos tratando de romper las formaciones de batalla todavía compactas de los confederados. Hubo cierta resistencia por parte de los escuadrones de la Casa Ducal de Lorena pero finalmente fueron derrotados, incluido René II de Lorena, quien se salvó sólo por la llegada de miles de picas suizas que iniciaron el contraataque.

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La Batalla de Murten vista por Johannes Stumpf en 1548

El Duque Carlos logró reunir suficientes arqueros ingleses para formar una línea de defensa delante de su campamento, pero fueron vencidos y su comandante asesinado por un hostigador suizo.
Disperesados los arqueros, el Duque Carlos ordenó a su ejército que se replegara lo que fue interpretado, igual que en Grandson, como una retirada, que a su vez se convirtió en una desbandada, terminando así toda resistencia organizada.
A lo largo de las orillas del lago de Murten muchos borgoñones murieron ese día. La división italiana, de unos 4.000-6.000 hombres, que situaban la parte sur de Murten sufrió el destino más trágico. Cortado el paso por la retaguardia suiza y atacados por una salida de los sitiados de la ciudad, fueron perseguidos a lo largo de las orillas del lago, pereciendo masacrados por las armas o ahogados en las aguas. Según lo prometido, no les fue concedido cuartel.
Más afortunada fue la división de Saboya, a las órdenes de Jacques de Saboya, Conde de Romont, desplegado al pie de la mitad norte de las obras de asedio a Murten. Logró huir con sus soldados, abandonando todo su bagaje y retirándose hacia el este alrededor del lago, alcanzar la villa de Romont.
Una parte del botín de guerra capturado en esta batalla aún se conserva en el castillo de Gruyères y que incluye tres mantos de ceremonia de la Orden del Toisón de Oro que pertenecieron a Carlos el Temerario, incluyendo uno con los emblemas de su padre, Felipe el Bueno.
El sueño de venganza de Carlos el Temerario contra los confederados terminó ese día. A pesar de que lucharía tenazmente durante otros seis meses contra sus enemigos, su derrota en Murten realmente significó el principio del fin para el Ducado de Borgoña, para el deleite de los enemigos del Duque.
Carlos el Temerario huyó a Morges, y luego a Pontarlier, donde permaneció durante meses, según parece, sumido en una profunda depresión. Más tarde regresó a los campos de batalla, siendo asesinado en la de Nancy.
Muy interesante la consulta de la panorámica de la batalla de Murten, llamada también de Morat, que se ofrece en estos dos enlaces:

Panorama of the Battle of Morat
The panorama of the battle of Murten, official site

Hoy en día Murten es una apacible y pintoresca ciudad, que conserva todo su sabor medieval y no sufre la masificación turística de Berna aún situándose a corta distancia de la capital helvética.

Vista del interior de Murten desde las torres y adarves de su muralla. (Fuente: fotografía realizada por Salón del Trono)

Vista exterior del sector norte de las murallas de Murten. En el lienzo de la derecha se observan los impactos de la artillería de asedio borgoñona. (Fuente: fotografía realizada por Salón del Trono)


Para comprender mejor la batalla es muy recomendable la consulta del siguiente enlace (en inglés) con fotografías del campo de batalla y narración de los acontecimientos:
http://home.eckerd.edu/~oberhot/morat.htm


Moneda de 5 Francos Suizos conmemorativa del Vº Centenario de la Batalla de Murten

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